Abraham Azuara Zapata, Derecho 2010 y Maestría en Alta Dirección con especialidad en Administración Pública 2014. Gerente de Asuntos Jurídicos en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.
“Tenemos que trabajar cada día, hay mucho por hacer; no podemos descansar, no mientras aún nos queden segundos, milésimas de esperanza… Si en nuestras manos está la posibilidad y la opción de ayudar a alguien, entonces deja de ser una opción, para convertirse en una obligación”.
Egresado Anáhuac Veracruz campus Xalapa de la Lic. en Derecho y la Maestría en Alta Dirección, Abraham Azuara se ha abierto camino profesional colaborando desde temprana edad en su Alma Mater, desarrollando aptitudes que lo han llevado a convertirse en emprendedor social y Gerente de Asuntos Jurídicos del INFONAVIT.
¿Por qué decidiste estudiar en la Universidad Anáhuac Veracruz?
La escuela fue algo muy natural para mí. Me gustaba, me sigue gustando estudiar, algo que nunca se debe dejar. Mis papás pusieron mucha atención en eso y desde pequeño siempre me dijeron que, si me esforzaba, ellos se iban a esforzar para estar donde yo quisiera estar.
Yo veía con mi papá las noticias de niño y me encantaba oír las pláticas de mayores sobre la situación del país, sobre injusticias y temas políticos; tomando en cuenta que nací en el 87 y crecí en los 90, una época con muchísimos cambios a nivel social y para el país, me di cuenta de que todas las carreras por las que sentía inquietud por estudiar, medicina, psicología y derecho, tenían la noble finalidad de ayudar a las personas.
Hay muchas opciones en el derecho que son un gran vehículo y medio para ayudar a la gente, por ello elegí estudiar esa carrera, sin embargo, ahora me enfrentaba a encontrar el mejor lugar para hacerlo. Llegué a la Universidad Anáhuac en una de esas frías tardes de neblina tan características de la ciudad de Xalapa; ingresar al campus fue como haber ingresado a un bosque, me impresioné al ver sus espacios, su naturaleza y toda esa mística que le rodea, y sin dudarlo, tomé la decisión de convertirla en mi universidad.
Desde el primer momento, la atención fue muy personal, me dieron una charla increíble y resolvieron todas mis dudas. La primera vez que fui, lo hice solo, sin embargo, días después regresé con mi papá, todos nos recibieron con las puertas abiertas y pude platicar con los profesores encargados de la Escuela de Derecho; nunca nos habían atendido así en ninguna otra universidad y me gustó mucho.
Es así como decido estudiar en la Universidad Anáhuac y poco después confirmé todo lo que había percibido en un inicio; la institución empataba totalmente con mi formación, con mis valores, perspectiva de vida y con muchas de las cosas que me importaban y que considero importantes hasta el día de hoy. Llegué a mi Alma Máter en la búsqueda de mi lugar, del lugar al que pertenecía. Me conquistó por completo.
¿Cómo fue tu experiencia cursando la licenciatura en la Universidad Anáhuac Veracruz campus Xalapa?
Mi experiencia desde el primer semestre fue increíble, había muchos talleres a los cuales me integré, los cuales me permitieron conocer estudiantes de otras carreras. Mi experiencia en la Universidad me proveyó de muchas formas de pensar, de muchas apreciaciones y me permitió conocer gente de otros lugares, sin duda aproveché todo lo que en su momento ofrecía la Universidad.
Recuerdo que, en mi paso por la Universidad, me ofrecí como voluntario para colaborar en la Escuela de Derecho con el Dr. Ruy Rodríguez-Gabarrón, quien hoy en día sigue al frente de esta coordinación; esto no solo me permitió adentrarme a mis primeras experiencias profesionales, fui considerado para un incremento de beca y generé un sentido de pertenencia enorme con la institución, porque no solo era mi escuela, era el lugar donde empezaba a construir los primeros vínculos laborales; gracias a esto le tomé mucho cariño a la Universidad.
En séptimo semestre tuve oportunidad de irme de intercambio a España, a la Universidad de Santiago de Compostela, siendo este uno de los mejores momentos de mi carrera, pues no solo conocí personas de todo el mundo, también me di cuenta de que la formación que yo había recibido en la Universidad Anáhuac, se encontraba al mismo nivel que la formación europea, pudiendo competir, ganar y hacer contactos profesionales muy valiosos para el futuro.
Concluí mis estudios de licenciatura como el mejor promedio de la generación, teniendo el honor de dirigir un mensaje a mis compañeros. Es algo que recuerdo con mucho cariño, pues mis amigos de la Universidad son uno de los grupos más importantes en mi vida, con los que hablo diario y convivo cada vez que podemos.
Cuando egresé, comencé a trabajar en el despacho de un gran abogado, pero el Dr. R me contactó y me comentó que necesitarían a una persona más para apoyar en la coordinación de la Escuela de Derecho de la Universidad Anáhuac Veracruz, para mí fue un gran halago, así que en 2011 empecé a trabajar en la Universidad.
Ese año representó muchos cambios para mí porque tuve la pérdida de mi papá y la Universidad se convirtió en un factor sumamente importante para superar todas estas adversidades y hacerlas más llevaderas. Es una comunidad que te da calor, confianza y apoyo, lo cual me sirvió mucho en esos momentos de mi vida.
¿Cómo fue tu experiencia realizando estudios de posgrado en la Universidad Anáhuac?
Mi experiencia en la maestría fue increíble. En ese momento ya era colaborador en la Universidad y conté con todo el apoyo de mis directivos para realizar mis estudios de posgrado. Esta oportunidad que tuve la valoro enormemente al ser un posgrado de altísima calidad con especialidad y énfasis en la administración pública, que es un poco lo que siempre había buscado, siendo el camino que tomé finalmente en mi trayectoria profesional.
La gran parte de mis compañeros de maestría eran egresados de otras universidades y muy pocos de ellos eran abogados, teniendo oportunidad de convivir con psicólogos, comunicólogos, ingenieros, actuarios, administradores, entre otras profesiones; una diversidad única, que me brindó la posibilidad de conocer otras estructuras mentales, de conocimiento, de acción y de experiencias. Fue un trayecto sumamente valioso para mí.
¿Cómo incorporas a tu día a día la experiencia que adquiriste durante tu formación en la Universidad Anáhuac Veracruz campus Xalapa?
En febrero del 2014, después de estar a punto de cumplir 10 años teniendo a la Universidad Anáhuac Veracruz como parte de mi vida, me brindan la oportunidad de ser el Coordinador de Promoción en mi Alma Mater.
En su momento no comprendía cuál era el factor que motivó esa decisión, pues no contaba con experiencia en el área de mercadotecnia o ventas. Fue una responsabilidad enorme y a pesar de tener dudas, la asumí, sabiendo que en todo momento tendría el respaldo y apoyo del equipo de la Universidad.
Hoy puedo decir que ha sido una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido, descubrí que pude hacer cosas para las que no estaba totalmente listo y doy gracias a esa experiencia, porque aprendí que puedo asumir retos, aprender en el camino, desarrollar habilidades y dar resultados.
Además de tu valiosa experiencia como colaborador de la Universidad Anáhuac Veracruz campus Xalapa, ¿cómo ha sido tu experiencia profesional?
Mi experiencia profesional ha sido muy rica porque ha sido muy variada, teniendo oportunidad de desempeñarme en trabajos administrativos y relacionados con la educación, y vinculándome con personas muy talentosas que me han permitido conocer otras formas de pensar.
En 2014 nace la posibilidad de entrar a un proceso de selección, entre más de 75 candidatos en el servicio profesional de la administración pública federal. Me inscribo al proceso y aunque logro superar todas las etapas y todas las evaluaciones, me doy cuenta de que tenía mucho que aprender todavía. Al final fui seleccionado como Subdelegado Federal de Educación para el Estado de Veracruz. En ese momento dejé de colaborar de tiempo completo en la Universidad, sin dejar de impartir clases.
Después de ocupar el cargo de Subdelegado, tuve oportunidad de ser Delegado Federal de Educación Pública para todo el estado de Veracruz, obteniendo el nombramiento a muy temprana edad. Esto me llenó de mucho orgullo y fue una experiencia inolvidable, pues creo que, si no hay educación, cualquier esfuerzo está destinado al fracaso.
Después de ser delegado federal, tuve la oportunidad de construir un proyecto que se llama Proyecto México Posible, que es una iniciativa que brinda la oportunidad de exponer y compartir opiniones, propuestas, investigaciones y argumentos sobre los grandes problemas urgentes en nuestro país. Siempre he admirado a los emprendedores sociales, y hoy no solo los admiro, también los reconozco, pues cualquier emprendimiento social requiere alma, corazón, entrañas y mucha fortaleza para seguir adelante.
Continúo en el ecosistema social, tanto con mi proyecto México Posible como con mi cargo actual como Gerente de Asuntos Jurídicos del INFONAVIT para el estado de Veracruz. El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores es un gran lugar para trabajar, que me ha permitido aprender y trabajar para que la gente tenga la posibilidad de acceder a una vivienda, de hacerse de un patrimonio y construir un legado para sí y para los suyos.
¿Qué retos enfrenta tu industria y cómo piensas superarlos?
Creo que se divide en dos puntos, el mayor reto que enfrenta el emprendimiento social es la indiferencia, creo que los tiempos que vivimos son sumamente densos, abrumadores en cuanto a estímulos, actividad, contenido, problemas, temas; todo son destellos, impulsos, luces, hay muchos distractores.
La indiferencia le permite a nuestros grandes males de la sociedad seguir avanzando, y no es hasta que nos afectan cuando decidimos tomar acción. Lo complicado de esto es que muchas veces cuando ese momento llega, ya no es momento de hacer nada.
Yo creo de manera firme que el principal enemigo común al que nos estamos enfrentando, es el cambio climático. Derivado de este fenómeno se desprenden innumerables problemas económicos, migratorios, sociales, y de seguridad. Yo creo que el gran reto consiste en superar la indiferencia, organizarnos y dejar de separarnos.
¿Qué consejo le darías a las nuevas generaciones?
Que no se queden con la idea de que el éxito se traduce en aspectos materiales y en dinero. Que busquen en el fondo, en su espíritu, su mente, sus convicciones, qué es lo que quieren ser, y qué es lo que quieren hacer para que su vida tenga un significado. Les diría que sigan ese impulso, que no se dejen caer ni nublar el juicio por esa avalancha de estímulos que nos entierran un poco y no nos dejan entender.
Quienes estudiamos en la Universidad Anáhuac sabemos que esa es nuestra principal misión de vida: vencer el mal de la indiferencia con el bien de la solidaridad, de la compasión, del trabajo por los demás, de la entrega. Logrando esto, lo demás, por añadidura llegará.