Roberto Arrucha Estrada, Derecho 2008 y Maestría en Economía y Negocios 2010. Director en The Global School for Social Leaders y Sustainable Cities Group. “Somos la última generación viva en este planeta que tiene en sus manos el colapso o la supervivencia de nuestra civilización, ¿estamos listos para este reto?”
Egresado Anáhuac de Lic. en Derecho y Maestría en Economía y Negocios. Emprendedor, activista ambiental, consultor en desarrollo sustentable, y director de The Global School for Social Leaders, una premiada ONG global con sede en Viena, Austria; especializada en educación para líderes del sector público y privado que trabajan en desarrollo sustentable y humano.
¿Cómo ha sido su experiencia profesional?
Empecé el trayecto hace 11 años, cuando recién había egresado de la Maestría en Economía y Negocios en la Universidad, después de haber cursado también la Lic. en Derecho. Estas dos mezclas entre economía y derecho, aunque causaba extrañeza, sentía que estaban muy compaginadas para poder entender problemáticas sociales complejas; además, estudiar economía me daría más herramientas para entenderlo y encontrar un espacio de trabajo.
A partir de ahí me involucré en temas de seguridad, desarrollo social, políticos y de cooperación. En ese entonces me di cuenta de que los problemas que había rebasaban mi entendimiento, y lo mejor que se me ocurrió fue tratar de migrar para seguir desarrollándome. Fue ahí cuando comencé una búsqueda por todo el mundo, estuve trabajando, estudiando, haciendo prácticas y voluntariados, y muchas otras cosas por más de 10 países en 4 continentes, permitiéndome fundar la organización The Global School for Social Leaders.
¿Qué es The Global School for Social Leaders?
Este proyecto es la respuesta para aquellos que, así como yo, querían hacer algo por la sociedad, su país o su región, en temas de pobreza, seguridad, alimentación, clima e infraestructura, pero no saben cómo hacerlo.
Este proyecto es una ONG que tengo el privilegio de dirigir desde Viena, Austria; nos ha permitido darles a líderes de todas partes del mundo, herramientas de entendimiento de problemas, de desarrollo de soluciones en temas sociales y de desarrollo sustentable.
Elegimos Viena por ser una de las sedes de las Naciones Unidas, nos dimos cuenta que las organizaciones se concentran mayormente en estas sedes, lo cual nos permitía tener más acercamiento con organizaciones y empresas internacionales que trabajan en temas de sustentabilidad y de desarrollo social. Diseñamos este proyecto porque estamos convencidos que la educación es la forma más poderosa para cambiar el rumbo de un país o una región.
Trabajamos con líderes o perfiles que consideramos que van a tomar decisiones hoy o en el futuro, si podemos acercar soluciones al tema de desarrollo sustentable, podemos tener el mayor impacto posible y llegar a millones de personas.
¿Cuál fue el reto más grande al que se enfrentó al buscar oportunidades en el extranjero?
Los mexicanos tenemos preparación, nivel educativo y sobre todo habilidades sociales, nos gusta hacer relaciones personales, lo cual es una fortaleza a nivel global, pero cuando lo comparas con países con más desarrollo industrial o niveles educativos más avanzados, ves que sí estamos un poco atrás en el tema de idiomas, de investigación, acceso a becas, oportunidades y en general, fondeo para proyectos.
Como mexicano te encuentras muchos retos cuando saltas al mundo porque tienes que competir con otros profesionales que van más adelante tuyo y que tienen acceso a fondos más privilegiados, pero tener esa desventaja te hace poner más esfuerzo en actualizarte, auto educarte e invertir en tu red de contactos, porque es lo que te va a permitir competir contra esas desventajas.
Esa fue mi fortaleza y aprendí mucho. Me inscribí a cursos y programas y doné mucho de mi tiempo. He trabajado en proyectos de manera voluntaria y sin remuneración, con el afán de aprender. Esto me ayudó a crecer intelectualmente y a crear una red de contactos en todas las partes del mundo, a lo largo de estos diez años.
¿Cómo surgió su inquietud por influir positivamente en la sociedad?
Es una mezcla entre tres fuerzas. Mis dos padres son abogados y mi personalidad está precisamente enfocada a buscar la justicia. Por otro lado, la vida me permitió ver el mundo de la pobreza y el mundo con ciertos privilegios, comparar ambos provocó un malestar en mí, que me llevó a ser activo y buscar romper esa brecha de desigualdad. Siempre he sido una persona curiosa, que busca cuestionar y preguntar, esto irremediablemente me llevó a ver que hay cosas que no están bien y que es necesario cuestionarnos constantemente.
¿Qué retos enfrenta su industria actualmente y cómo piensa superarlos?
Hay oportunidades y hay retos. El reto principal es el cambio climático y los retos de sustentabilidad y hacer una transición a una economía más alineada a la regeneración de la naturaleza. El reto de los próximos años es que el empresariado y también los gobiernos, empiecen a tomarlo como un estandarte y no sólo invertir un presupuesto mayor, sino construir los incentivos para crear empresas más encaminadas a regenerar el ecosistema, a construir energía alternativa, a desarrollar nueva tecnología, etc. Esos son los retos principales además de construir una narrativa sobre qué tienen que hacer las empresas y qué tienen que hacer los gobiernos para construir los incentivos y la motivación suficiente.
¿Cuál ha sido el momento más satisfactorio o la mejor experiencia que ha vivido?
La experiencia de vivir en India. Fue uno de los países que me ha aportado más a nivel personal y profesional. Tuve la oportunidad de ser profesor en una Universidad en un estado que está en la frontera con Pakistán, al norte de la India. Es una región que depende mucho de la agricultura y eso ha mermado mucho en el sistema ecológico en cuanto a ríos, irrigaciones y campo. A partir de ahí vi que había un movimiento fuerte de empresarios que querían recuperar y recobrar esto de manera sustentable y limpia, y me empecé a involucrar mucho en estos temas y aprendí muchísimo. Creo que India es de los países con gente muy brillante y durante el año y medio que viví ahí, me inspiró mucho el talento, la energía y el ingenio de los indios. Fue uno de los momentos que más me ha provocado inspiración y que me llevó a involucrarme en estos temas de sustentabilidad.
¿Cómo fue su experiencia en la Universidad Anáhuac?
La experiencia fue muy buena. Si tuviera oportunidad de volver a estudiar Derecho, la tomaría. Me ayudó a comprender cómo funciona el sistema, los poderes, las leyes, cómo se crea una sociedad y cómo se estructura. La Anáhuac me dio el mejor cuadro de maestros que puede ofrecer una institución educativa. Mis maestros fueron abogados de mucho renombre, magistrados, jueces, inclusive secretarios y ministros, fue un privilegio estar cara a cara con personas tan preparadas y eso influyó mucho en mi formación.
Además, durante mi paso por la Universidad Anáhuac construí grandes amistades, relaciones cercanas y duraderas que conservo hasta la fecha.
¿Qué papel jugó la Maestría en Economía y Negocios en su desarrollo profesional?
Me ayudó mucho a conectarme con el mundo profesional. Yo era el estudiante más joven de la generación de la maestría, porque entré automáticamente cuando egresé de mi licenciatura, y la mayoría de mis compañeros ya tenía experiencia profesional y estaban trabajando. Esto me permitió conectarme con profesionales y me ayudó a fundar mis primeras dos empresas. En mi primera empresa me dedicaba a crear contenido publicitario para teléfonos y aprendí mucho de ello, mientras que en la segunda me fui por el ámbito de los medios digitales, me gustó mucho poder comunicar y aplicar lo que estaba aprendiendo en la maestría.
Nunca fui una persona que estudiara demasiado o que sacara puro 10, pero aprendí a ser más curioso y eso me ayudó mucho en la licenciatura y la maestría. Sin duda tuve buenos maestros que me permitieron hacerme las preguntas correctas.
¿Considera que egresar de la Universidad Anáhuac, le dio alguna ventaja competitiva?
Egresar de la Universidad Anáhuac me dio mucha seguridad sobre mi competitividad, esto te permite aprovechar rápido cualquier oportunidad. Asimismo, me proporcionó tener la humildad de no magnificar mis cualidades y capacidades, propiciando el anhelo de aprender, realizar y explorar cada vez más.
¿Cuál fue su mejor experiencia en la Universidad?
Cuando estuve en la licenciatura, me nombraron el representante de la Universidad para ser diputado juvenil en el Congreso del Estado y me gustó mucho esa experiencia, ya que pude representar a la Universidad en el Congreso y en ese momento estaba muy interesado en la política.
¿Cuál es el mejor consejo que le puede dar a los estudiantes universitarios?
Les aconsejaría a los alumnos que la vida no es tan en serio. Trabajando con muchas personas profesionales, ministros y directivos de la ONU, me llevo como lección que, si no te diviertes haciendo lo que estás haciendo, todavía no has entendido a lo que debes venir a este mundo. Las personas que más disfrutan su trabajo son las más exitosas y eventualmente tienen un impacto en los demás. Si en estos momentos no estás haciendo algo que te guste, no te preocupes, porque no será para siempre y cuando encuentres algo que te genere satisfacción, habrás encontrado el éxito. Lo demás, es resultado.
Recomiendo a los jóvenes comprender la interconectividad de problemas, sus causas y efectos, para que se den cuenta del impacto que tienen sus decisiones, por más básicas que sean. Ese es el punto en el que la mayoría de las personas tienen una iluminación al ver que sus decisiones influyen mucho en su forma de vida e impactan en muchos sentidos.
¿Qué sigue para su proyecto?
El tema del clima y el tema del colapso ambiental y sustentabilidad se va a convertir en el hecho más importante para la agenda mundial de gobiernos, empresas y sociedad civil en los próximos años, tenemos hasta el 2030 para hacer cambios significativos en la economía y en la forma de vivir. Esto va a requerir no solo modificar el objetivo de lo que es la educación, sino también cambiar toda la currícula de las materias, la manera en la que estamos creando a las empresas y cómo estamos creando a nuevos líderes; se viene un auge en temas de responsabilidad social y también de desarrollo sustentable y humano.
Estoy muy orgulloso de decir que, en habla hispana, soy de las personas más calificadas en este tema. La experiencia de viajar alrededor de todo el mundo y haber trabajado con tantas organizaciones, me ha permitido tener una palabra y un asiento en la mesa de negociación y aportación.
Creo que los siguientes años dedicaré mi vida a formar a la siguiente generación de líderes que trabajará en temas de sustentabilidad, desde recuperación de ríos, balancear temas de desigualdad, recuperar especies marinas y ecosistemas, etc. Hay miles de temas que requieren líderes que propongan soluciones.
¿Cuál definiría como su logro profesional más grande?
Uno de los logros del que me siento más orgulloso es la organización del premio Purpose-driven Leaders Awards, premios que se han vuelto un referente a nivel europeo por ser los únicos que se hacen en colaboración con las Naciones Unidas. La organización, el diseño y la gestión para convencer a personas a confiar en este proyecto me costó bastante, además el hecho de reconocer desde líderes pequeños de comunidades indígenas, hasta líderes empresarios, ya sea del sector público o privado, que están apostando en temas de sustentabilidad, es una de mis grandes satisfacciones.