Lean Startup: Nueva Manera de Emprender

Mtro. Rodrigo Correa San Martín
Coordinador de Consultoría

Hoy en día vivimos en el entorno de negocios más complejo, sofisticado y competido en la historia de la humanidad. La industria 4.0 y la nueva ola de tendencias tecnológicas han revolucionado la manera en cómo abordamos y planteamos la innovación y el emprendimiento.

Dentro de este contexto, las historias clásicas de emprendedores que alcanzaron el éxito a través de una combinación de factores tales como el esfuerzo generacional, la intuición/instinto y en algunos casos con un golpe de suerte, serán cada vez menos frecuentes. La saturación y rápida evolución de los mercados, modelos de negocio con poca diferenciación y/o valor generado, la escasez de fuentes de financiamiento y la necesidad permanente de nuevos conocimientos y habilidades para mantener la competitividad en la empresa actual son algunos de los principales retos que enfrenta hoy en día el emprendedor moderno. Para responder a los desafíos de este mundo globalizado, tecnificado y con altos niveles de riesgo nace una metodología que tiene como objetivo fundamental aprender en el menor tiempo y costo posible, si nuestra idea de negocio tiene potencial, factibilidad y escalabilidad. Dicha metodología toma por nombre Lean Startup.

Lean Startup fue conceptualizado como una manera en la cual las nuevas empresas con recursos limitados se adaptan para satisfacer las necesidades y/o resolver los problemas de los clientes con el lanzamiento de nuevos productos y servicios. La metodología apunta hacia acortar los ciclos de desarrollo de productos y descubrir rápidamente si un modelo de negocio propuesto es viable. Esto se logra mediante la adopción de los tres pilares fundamentales de Lean Startup; experimentación basada en hipótesis de negocio, lanzamientos de productos mínimos viables (MVP) iterativos (un MVP es un producto con suficientes características para satisfacer a los clientes iniciales y proporcionar retroalimentación para el desarrollo futuro) y aprendizaje validado a través del feedback derivado de la interacción temprana y constante con los potenciales clientes y stakeholders (partes interesadas en el proyecto).

Plantear un proyecto emprendedor bajo este enfoque tiene muchas ventajas. De acuerdo a una encuesta realizada por Harvard Business Review¹, los cinco principales beneficios mencionados con mayor frecuencia por los encuestados fueron los siguientes:

  • Toma de decisiones basada en evidencia y datos en lugar del instinto del emprendedor.
  • Un ciclo de tiempo más rápido y ágil para desarrollar ideas.
  • Feedback de mayor calidad por parte de los clientes y stakeholders.
  • “Salir del edificio”: esto significa hablar y observar a clientes y stakeholders reales.
  • Mayor flexibilidad para realizar cambios en las ideas a medida que progresan del concepto a un producto mínimo viable (MVP) y por último a un producto terminado/final.

El enfoque Lean Startup puede tomar muchas formas y caminos, el MVP es el método más reconocido, pero ciertamente no es el único. Lo más importante es trabajar en ciclos cortos, ser flexibles y creativos, estar centrado por completo en el cliente y en la generación de valor como piedra angular del modelo de negocio.

De esta manera, si bien no existe una receta mágica o metodología infalible para convertir una idea de negocio en una empresa exitosa, el plantear cualquier proyecto bajo el enfoque de Lean Startup nos permitirá conocer su factibilidad en el menor tiempo y costo posible así como lograr configurar una propuesta de valor que realmente satisfaga las necesidades y/o resuelva los problemas de nuestros clientes, aumentando de manera significativa la probabilidad de éxito y sostenibilidad a través del tiempo de nuestro proyecto emprendedor.

 

1. Scott Kirsner (2016). The Barriers Big Companies Face When They Try to Act Like Lean Startups. 24/07/2019, Harvard Business Review.