El 4,6% de la población sudafricana padece hambre. Esto supone más de dos millones y medio de personas, de las que muchas son niños que, debido a la desnutrición, tienen problemas de desarrollo cognitivos y, en ocasiones, mueren por la falta de alimentos. En respuesta a esta realidad social, han surgido varias iniciativas que buscan aliviar la insuficiencia alimentaria en este país, como es el caso de Ubunto Mundo, fundación que ha encontrado en el hambre de la niñez sudafricana, su razón de existir, estableciéndose en aquel país con el propósito de proporcionar a los niños vulnerables y huérfanos en edad escolar, un programa de salud y nutrición escolar que pueda tener un impacto positivo en la educación de un niño y, por lo tanto, sus posibilidades en la vida.
Actualmente, Ubuntu alimenta a 150 niños en estado de vulnerabilidad; proporciona talleres formativos en valores, desarrollo de habilidades para el trabajo, buscando cómo fortalecer la identidad y autoestima a partir de la dignidad humana. El pasado 22 de febrero, los fundadores de Ubuntu: Roland Oosterhout Bravo y Cecilya Bravo Oosterhout pudieron compartir su vasta experiencia en una charla organizada por Grupo Vértice, y que se llevó acabo en la sala de juicios orales de la Universidad Anáhuac Xalapa, con el propósito de generar una clara consciencia entre los presentes y desarrollar una mayor sensibilidad ante las necesidades sociales que nos rodean.
En Sudáfrica, como en muchos otros países, se vive bajo problemas de inseguridad y pobreza. Los niños, quienes son el futuro del mundo, se encuentran en un alarmante estado de vulnerabilidad, teniendo altos problemas de desnutrición, lo que provoca que las posibilidades para desarrollarse sanamente y su calidad de vida se reduzcan considerablemente. Todas las personas tienen derechos humanos, los cuales son universales e inalienables, lo que significa que les pertenecen por el simple hecho de existir, de ser. Desgraciadamente, en la actualidad aún existen lugares en los que no se les respetan, existiendo la discriminación y dañando la dignidad de la persona humana.
Ubuntu tiene como principal objetivo satisfacer las necesidades primarias de los niños, la salud, nutrición y educación. Los niños entran en programa de nutrición, siendo este el canal para atacar el problema de salud y ayudar a aumentar su rendimiento escolar, dándoles las herramientas para que sus sueños y metas puedan ser logrados. Para Ubuntu todos los niños del mundo son especiales y únicos, todos tienen grandes sueños que cumplir, por lo que deben tener las mismas oportunidades para poder alcanzar sus sueños y vivir dignamente. Sudáfrica tiene una cultura muy diferente; sin embargo, Ubuntu busca mostrar a los niños que es posible cumplir sus sueños a través de diversas actividades, las cuales son realizadas en un programa después de la escuela.
Ubuntu significa “Yo soy, porque nosotros somos”, este es el estandarte que se quiere compartir con el mundo. Sus fundadores consideran que bajo esta filosofía realmente se puede lograr mundo mejor; primero haciendo cambios pequeños en personas, y a partir de aquí esparciéndolos. Por naturaleza el ser humano es un ser social, necesita convivir con otras personas para desarrollarse, pero esta convivencia va más allá de algo banal, algo superficial, algo que no llena; es precisamente lo que Ubuntu muestra con su filosofía, que “yo soy porque nosotros somos”, que “él es porque nosotros somos”, que “ella es porque nosotros somos”. Apoyándonos, cuidándonos mutuamente, siendo solidarios y teniendo empatía con los demás, se puede lograr un entorno saludable, y por lo tanto un mundo mejor.